Cuando las dificultades nos aquejan fácilmente podemos caer en la desesperación, sentirnos tristes, irritables, desganados y muchas veces en un callejón sin salida. A simple vista el valor de la serenidad podría dejarse sólo para las personas que tienen pocos problemas, en realidad todos los tenemos, la diferencia radica en la manera de afrontarlos. Nos empeñamos en encontrar la solución casi de manera simultánea al surgimiento del problema, algunas veces se da, pero no siempre.
Por lo general toda situación requiere un consejo o un análisis profundo y detenido. Juan el Bautista enfatizó la importancia no solo del arrepentimiento, sino de que se evidenciara exteriormente que nos habíamos arrepentido, recordemos que el arrepentimiento solo es el principio de algo nuevo que se ha generado en nuestro corazón, es decir que se ha expuesto a la luz de Cristo todo lo interno, para que luego sea desarraigado de nuestro corazón, sembrando así nuevas semillas a través de la palabra de Dios, y sabemos que toda semilla, crecerá, se desarrollara, y posteriormente dará su fruto…pero en un corazón genuinamente arrepentido.
Existen en muchos lugares personas que se dedican a tratar de empañar el testimonio de otros, solo por el simple hecho, de que no pueden estar tranquilos cuando ven en ti un gran avance, tanto en lo espiritual, así como en lo económico. Es triste ver como desgastan sus fuerzas en cosas que no le llevan a nada bueno, más bien le hace mucho daño. Estos seres viven ensimismados y anhelan tener mucho para gloriarse de ello, mas yo me glorió en Jesucristo, mi salvador, quien suple todas mis necesidades de acuerdo a su divina voluntad. Seres sin ningún tipos de escrúpulos, seres que tu les tiende la mano y te despellejan en cuanto se alejan de tu presencia, les ayudas en todo momento, pero al menor descuido te desnudan, pues su mente malévola les ínsita a la maldad, pero tu persiste en hacer lo bueno, no para ser visto por los hombres, si no, porque los ojos de nuestro señor están atento en todo momento, tanto del que hace lo bueno como del que hace lo malo, y mas aun de aquellos perversos hipócritas, que entran en tu casa con apariencia de piadoso, pero la realidad es que viene a ser lobos rapaces disfrazados de ovejas. Dios da el entendimiento y la sabiduría de todas las cosas a todo aquel que le busque en espíritu y verdad, es decir aquel que anda conforme a su voluntad, jamás será engañado, pues el Espíritu Santo le guía a toda verdad, esto según lo escrito en la biblia y que testifico hoy ante todos, pues lo he vivido. He sabido y he descubierto las maldades y mentiras o falsos testimonios de muchos y aun de aquellos que me han calumniados, pero he callado, no por otra cosa, que no sea, si no por el amor de Jesucristo, quien me ha enseñado a callar, me ha enseñado a ser rápido para oír y tardo para hablar, pues todas las cosas están desnudas y abierta delante de Jesucristo, y dice que el no será burlado y que a su tiempo el segara, y entonces sabremos la diferencia existente, entre el que le sirve a Dios (el que hace lo bueno) y el que le sirve al diablo (el que hace lo malo)… ojo yo se lo que hiciste, dijiste, aun haces y dices. No soy un tonto, solo lo dejo a Dios, quien se encarga siempre de hacerme justicia y sacar todo a la luz. El que se ha arrepentido, cambia de actitud, es sumiso, y tiene un continuo deseo de aprender, de crecer y sobre todo, tiene pasión por la santidad…A esto se le llama, frutos de arrepentimiento…El remordimiento, solo se siente mal por un momento, pero vuelve constantemente a cometer las mismas faltas es decir que vive practicando el pecado…No luches mas con tus fuerzas humanas, humíllate delante de aquel que dio la vida por ti, aquel Cordero perfecto, que dio su sangre para perdón y vida eterna, el Señor Jesucristo…ora en su santo nombre, para que el Espíritu de Dios, traiga esa convicción de pecado a tu vida…y te aseguro que El lo hará...además debes de saber que a los pies de Jesucristo podrás experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento
